La desinfección es una fase crucial dentro de cualquier proceso de limpieza profesional, ya que permite eliminar o reducir significativamente la presencia de microorganismos patógenos en superficies, objetos y ambientes.
En el contexto actual, donde la higiene cobra un papel relevante en todos los sectores (residencial, sanitario, industrial o comercial), conocer los diferentes métodos de desinfección y saber aplicarlos correctamente marca la diferencia entre una limpieza básica y una intervención verdaderamente segura y eficaz.
En el artículo de hoy del blog de Alborch Limpiezas, queremos que conozcas cuáles son los principales métodos de desinfección utilizados por empresas especializadas como Alborch Limpiezas, junto con sus aplicaciones, niveles de eficacia y criterios clave para su correcta implementación.
Tipos de métodos de desinfección: físicos y químicos
Los métodos de desinfección se clasifican, en términos generales, en físicos y químicos, en función de los agentes utilizados para neutralizar los microorganismos.
Métodos físicos de desinfección
Los métodos físicos no requieren el uso de productos químicos.

Su acción desinfectante se basa en el uso de factores como el calor, la radiación o las ondas ultrasónicas.
- Calor húmedo (vapor): Utilizado principalmente en entornos clínicos, el vapor a alta temperatura consigue eliminar la mayoría de bacterias, hongos y virus, sin necesidad de productos añadidos.
- Calor seco: Menos eficaz que el calor húmedo, pero útil en materiales resistentes que no pueden exponerse a la humedad.
- Radiación ultravioleta (UV-C): La luz UV-C desactiva el ADN de los microorganismos, impidiendo su reproducción. Se emplea en la desinfección de aire y superficies en hospitales, laboratorios y oficinas.
- Microondas: Aunque no se usa de forma generalizada, puede tener aplicaciones industriales o domésticas en la desinfección de ciertos elementos.
Estos métodos requieren equipos especializados y condiciones controladas para asegurar su eficacia, por lo que suelen reservarse para entornos específicos.
Métodos químicos de desinfección
Los métodos químicos se basan en la aplicación de productos desinfectantes con principios activos capaces de inactivar microorganismos.
Son los más comunes y se utilizan tanto en entornos domésticos como profesionales.
Los principales agentes químicos incluyen:
- Hipoclorito de sodio: Muy utilizado por su alta eficacia. Es el componente activo de la lejía y actúa rápidamente sobre bacterias, virus y esporas.
- Alcoholes (etanol e isopropanol): Eficaces contra bacterias y virus, aunque no eliminan esporas. Se utilizan para la desinfección de superficies y dispositivos médicos.
- Compuestos de amonio cuaternario: Muy empleados en limpieza profesional por su acción prolongada y baja toxicidad.
- Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada): Tiene efecto bactericida, virucida y fungicida. Es biodegradable y respetuoso con el medio ambiente.
- Fenoles y derivados: Usados especialmente en entornos hospitalarios por su actividad antimicrobiana de amplio espectro.

Estos productos deben aplicarse siguiendo las indicaciones del fabricante, considerando el tiempo de contacto necesario y asegurando la limpieza previa de la superficie para garantizar su acción desinfectante.
Niveles de desinfección según el tipo de microorganismo
La desinfección puede clasificarse también en función de su capacidad para eliminar ciertos tipos de microorganismos. Esto define los 3 niveles siguientes:
- Desinfección de alto nivel: Elimina bacterias, hongos, virus y, en algunos casos, esporas bacterianas. Se aplica en instrumental médico o quirúrgico.
- Desinfección de nivel intermedio: Inactiva la mayoría de bacterias y virus con envoltura. Es adecuada para áreas comunes en centros sanitarios, oficinas y escuelas.
- Desinfección de bajo nivel: Reduce microorganismos comunes, pero no destruye esporas ni ciertos virus. Se emplea en limpieza rutinaria de superficies no críticas.
Seleccionar el nivel adecuado es fundamental para alcanzar los estándares higiénicos exigidos en cada entorno.
Factores que influyen en la eficacia de la desinfección
Una desinfección efectiva depende no solo del método elegido, sino también de diversos factores:
- Tipo de superficie: Las superficies porosas requieren tratamientos distintos a las lisas y no absorbentes.
- Carga orgánica presente: La materia orgánica reduce la eficacia de los desinfectantes. Por ello, debe realizarse una limpieza previa antes de la desinfección.
- Concentración del agente químico: Una dosis incorrecta puede ser ineficaz o dañina.
- Tiempo de contacto: El desinfectante debe mantenerse el tiempo recomendado para asegurar su acción.
- Temperatura y pH: Algunos productos modifican su eficacia según estas condiciones.
La formación del personal de limpieza es esencial para identificar estos factores y aplicar los protocolos adecuados en cada situación.

Aplicación profesional de la desinfección
Empresas como Alborch Limpiezas integran la desinfección como parte de sus servicios de limpieza profesional, adaptando los métodos y productos según las características del entorno:
- Oficinas
- Comunidades
- Centros escolares
- Industrias
- Espacios sanitarios
Los equipos técnicos utilizados incluyen pulverizadores, nebulizadores o sistemas de desinfección por ozono, siempre siguiendo las normas sanitarias vigentes (como las establecidas por el Ministerio de Sanidad o el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo – INSST).
Además, se prioriza el uso de biocidas autorizados y productos respetuosos con el medio ambiente, siguiendo una línea de responsabilidad ambiental y seguridad para trabajadores y usuarios.